lunes, 1 de agosto de 2011

Zapatero se va rodeado de indignidad y desprecio.





Aquel falso talante  de los primeros meses, inmediatamente se convirtió en un fracaso sonado. Llegó un momento en que la sonrisa no era suficiente para gobernar ni se podía quedar bien con las partes, sea cual fuere el tema. Antes o después se caza al mentiroso; la pena es no haber tenido ocasión para darle un puntapié. Y recuerden, si tenemos en cuenta los acontecimientos de los últimos ocho años, que Rodríguez Zapatero ha ido de mentira en mentira, de improvisación en improvisación, de fraude en fraude, de traición en traición,... Y si me apuran, de horterada en horterada: recuerden la presentación 'perroflauta' que hizo de sus retoños en la Casa Blanca: ni siquiera ha sabido educar a su prole, como para gobernar un país... Ahí se cavó la tumba social y enarboló la bandera de la insensatez, la mediocridad y el desprecio internacional en el plano social.
En el económico no tardó en llegar: empezó negando la crisis y ha acabado vapuleado por los cuatro costados, incluso cediendo soberanía a Sarkozy y Angelita Merkel. En el plano del terrorismo, mejor dejarlo para otro momento, aunque venimos denunciando y demostrando su reiterada estupidez desde hace siete años.

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