sábado, 23 de abril de 2011

SER MADRE



Es aprender a hacer todo con una sola mano.
Es comer tanto puré de zapallo y zanahoria como una nunca comió en su vida. O despertarse sobresaltada el domingo de mañana, mirar el reloj e intentar levantarse a toda velocidad para llevar a los niños a la escuela, sin darse cuenta de que es un día feriado.
Ser madre es dormir con un solo ojo hasta escuchar el sonido de la llave de la puerta que anuncia que el hijo adolescente está de vuelta en casa. Y adjudicarse la porción de torta más desarmada y el huevo frito que peor salió. Usar el buzo que la princesa de la casa desechó por pasado de moda. Y reciclar el tapado de hace años para poder renovar las camperas de los pequeños.
Ser madre es aprender otra vez la regla de tres y la acentuación de las palabras graves. Volver a armar rompecabezas y conocer de memoria a todos los héroes de los dibujitos. Es planchar, freír milanesas y resolver cuentas de dividir, todo al mismo tiempo. Ser madre es darse el gustazo de recibir el primer beso con babas que aprendió a dar el bebé. Correr junto a un hijo hasta quedar exhausta porque está aprendiendo a andar en bicicleta sin rueditas. Y reservar el placer de verlo dormir como un oso. Ser madre es intentar tejer por primera vez para hacer una batita amarillo patito. Y conocer a los hijos tanto hasta adivinar lo que piensan.
SER MADRE ES.....SABER QUE UNA NUNCA MÁS ESTARÁ SOLA.

La vida



Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad.
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas... comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado... aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas...
Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma... descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.
Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, sólo por el placer de disfrutar su compañía.
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la ultima vez que las veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.
Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto.
Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve...
Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlaran y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias... aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.
Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.
Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones.
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza.
Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel.
Descubrirás que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo...
No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.
Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.
Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.
Entonces y sólo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más.
Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla.

Antonio Banderas - Cancion del Mariachi (Music Video)

Buenos días y feliz sábado españoles.

El Mayor obstáculo para la Iluminación



La iluminación, ¿Que es eso?
Un mendigo había estado sentado más de treinta años a la orilla de un camino. Un día paso por alli un desconocido. "Una monedita" murmuró mecánicamente el mendigo, alargando su vieja gorra.
"No tengo nada que darle", dijo el desconocido. Después preguntó: "¿Qué es eso en lo que está sentado?" "Nada", contestó el mendigo. "Solo una caja vieja. Me he sentado en ella desde que tengo memoria". "¿Alguna vez ha mirado lo que hay dentro?", preguntó el desconocido. "No" dijo el mendigo. "¿Para qué? No hay nada adentro". "Échele un ojo" insistió el desconocido. El mendigo abrió la caja. Con asombro, incredulidad y alborozo, vio la caja llena de oro.
Por medio de esta parábola podré decirle como aquel desconocido que no tiene nada que darle y que le dice que mire dentro, dentro de usted mismo.
Pero usted dirá: "Pero yo no soy mendigo". En verdad los que no han encontrado su verdadera riqueza, que es la alegría radiante del Ser y la profunda e inconmovible paz que la acompaña, son mendigos, incluso si tienen mucha riqueza material. Buscan afuera mendrugos de placer o de realización para lograr la aceptación o el amor, mientras llevan dentro un tesoro que no sólo incluye todas las cosas sino que es infinitamente mayor que todo lo que en mundo pueda ofrecer.
La palabra iluminación evoca la idea de un logro sobrehumano, pero es simplemente el estado natural de sentir la unidad con el Ser. Es un estado de conexión con algo inconmensurable e indestructible, es esencialmente usted y sin embargo es mucho más grande que usted. Es encontrar su verdadera naturaleza más allá del hombre y de la forma. La incapacidad de sentir esta conexión da lugar a la ilusión de la separación de usted mismo y del mundo que lo rodea. Entonces usted se percibe a si mismo, como un fragmento aislado. Surge el miedo y el conflicto interior y exterior se vuelve la norma.
El Ser es la única Vida, eterna, siempre presente, más allá de las miles de formas de la vida que están sujetas al nacimiento y a la muerte. Sin embargo el Ser no solo esta más allá, sino también profundamente dentro de cada forma. Esto significa que es accesible a usted ahora como su propio ser más profundo. Pero no busque captarlo con la mente. Usted puede conocerlo solo cuando la mente este inmóvil. Cuando usted está presente, cuando su atención esta completamente en el ahora, se puede sentir el Ser. Recuperar la conciencia del Ser y permanecer en ese estado de "sentimiento-realización" es la iluminación.

CRIA A TUS HIJOS CON UN POCO DE HAMBRE Y UN POCO DE FRÍO



El amor que les tenemos a nuestros hijos nos lleva muchas veces a cegarnos y a olvidar lo que los hará felices a la larga. Es muy común en estos tiempos que los padres de familia, sobre todo los de ciertos recursos económicos, les construyamos un mundo irreal, sacado de un cuento de Walt Disney, aislándolos así de la realidad. Cuando tarde que temprano el cuento termina, nuestros hijos se enfrentan a un mundo que desconocen, que no comprenden, lleno de trampas y callejones sin salida que no saben sortear, y las consecuencias son peores a las que quisimos evitar.

Hace poco la imagen de un padre con lágrimas en los ojos conmovió profundamente al mundo entero. Pelé, el gran ídolo del fútbol de los últimos tiempos, quien a diferencia de otras ocasiones, dio una de las ruedas de prensa más tristes y dolorosas de su vida: su hijo, Edson de 35 años, fue arrestado junto a 50 personas más en la ciudad de Santos-Brasil. El hijo de Pelé fue acusado de asociación delictiva con narcotraficantes y puede ser condenado a 15 años de cárcel. Con lágrimas en los ojos, el ex futbolista brasileño admitió públicamente que su hijo resultó involucrado en una pandilla de traficantes de cocaína arrestados por la policía.

Pelé dijo a los medios: "como cualquier padre, es triste ver a tu hijo metido en grupos como ése y ser arrestado, pero él tendrá que sufrir las consecuencias". Y agregó, "desafortunadamente, yo quizás estaba demasiado ocupado y no me di cuenta. Es lamentable, porque yo siempre he peleado contra las drogas y no noté lo que pasaba en mi propia casa".

Pelé es un personaje mundial admirable como deportista y hombre honesto que no perdió su humildad como otras figuras del deporte. Sin embargo, es triste que un hombre bueno y talentoso como él se haya "distraído" en su jugada más importante: la formación de sus hijos.

La historia de Pelé no es un hecho aislado.

Por desgracia es la vida de cientos de padres de familia de estas épocas atrapados en una agenda saturada de trabajo y de compromisos fuera de casa. Papás que compensan la falta de atención a sus hijos con bienes materiales. Los inscriben en las mejores escuelas, los rodean de lujos y comodidades y piensan que con eso ya cumplieron con su tarea de padres, cuando lo único que han logrado es formar niños que desconocen el hambre y tiran lo que no les gusta. Hijos tiranos, pequeños monstruos insoportables y prepotentes que sufrirán y harán sufrir a sus semejantes porque desde pequeños se han salido con la suya. Muchachitos que creen que sentir frío o calor es cuestión de aire acondicionado, que el cansancio que han sentido se limita a caminar unas cuantas cuadras porque no hallaron estacionamiento frente a la discoteca, jovencitos que piensan que el trabajo de los padres es firmar cheques para que ellos tengan todo lo que se les antoja.

¿Qué posibilidades tienen nuestros hijos de convertirse en hombres y mujeres de bien si los papás les damos todo y no les educamos la voluntad? ¿Qué hijos estamos formando si con nuestra actitud les mostramos que el dinero es lo más importante en la vida?

Confucio decía "Educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío". Proverbios señala "Corrige a tus hijos". Cuánto bien hacen los padres a los hijos cuando ponen esa máxima tan sencilla en práctica. Y cuánto daño les hacen al ponerles todo en bandeja de plata.

Hay muchas realidades que como padres quisiéramos desaparecer; el sufrimiento de los hijos, el exceso de sudor, de esfuerzo, y las carencias económicas. Sin embargo, quizás esas realidades no los hagan felices de momento, pero a la larga puedan forjarlos como hombres y mujeres de bien.

Ojalá que más padres de familia tengan la inquietud de enterarse por dónde andan sus hijos. Que no les vaya a pasar que cuando tengan tiempo deban decir: "Estaba demasiado ocupado y no me di cuenta".

"Encárgate hoy de lo posible, que Dios se encargará por ti de lo imposible"

Regalos de la vida


Las personas son regalos que la vida me ha dado.
Ya vienen envueltas, algunas en forma muy bella
y otras de una manera menos atractiva.
Algunos han sido maltratados en el correo;
otros llegan como "entrega especial";
algunos llegan envueltos, otros cerrados con gran rigidez.
Pero la envoltura no es el regalo
y es importante darse cuenta de esto.
Es muy fácil equivocarse en este sentido,
juzgando el contenido por el estuche.
A veces el regalo se abre con facilidad,
otras se necesita la ayuda de otras personas.
Tal vez porque tiene miedo, quizás han sido heridas antes
y no quieren ser lastimadas de nuevo.
Puede ser que alguna vez se abrieron
y luego se olvidaron en un rincón.
Quizás ahora se sienten más bien
como "cosas" que como seres humanos.
Yo soy una persona, como las demás, también soy un regalo.
Poseo una bondad que es sólo mía y sin embargo
algunas veces tengo miedo de mirar dentro de mi envoltura.
Tal vez temo decepcionarme,
quizás no confío en lo que llevo dentro.
 Pudiera ser que en realidad nunca he aceptado
el regalo que soy.
Cada encuentro y comunicación entre personas
es un intercambio de regalos.
Mi regalo soy yo, tú eres tu regalo.
Somos obsequios  de la vida, unos para otros.
Es difícil pensar en ocasiones,
que aquel que me ha lastimado
es también un regalo, pero si vemos la ofensa como una
envoltura maltratada y  no nos quedamos con ella,
seguramente encontraremos un hermoso regalo,
pues de cada suceso se tiene una enseñanza
 para crecer en amor y en nuestra fe...

Nosotros mismos podemos tener una envoltura
tan maltratada por el tiempo y las circunstancias,
 pero lo que llevamos dentro siempre será hermoso,
 pues quien lo puso ahí es nuestro deseo de vivir,
 sólo tendríamos que ver hacia adentro
y estar listos para darnos.
Descubre en tu interior los dones con los que naciste
y se el digno regalo para los que te necesitamos.

Gheorghe Zamfir -Unbreak my heart