Alfredo Pérez saca a pasear su lengua para contar a los más crédulos que conoce la fórmula para sacar a España de la crisis.
Sorprende cada día más. Quienes le conocemos desde hace años, sabemos de su experiencia en el trampeo y en el espíritu de la mentira, de las verdades a medias y de su afán medrador. Los GAL tuvieron clara muestra de quién es y de hasta dónde está dispuesto a llegar. Bueno, pues no conforme con eso, Alfredo Pérez saca a pasear su lengua para contar a los más crédulos que conoce la fórmula para sacar a España de la crisis.
Nunca tanta mentira pudo hacer tanto daño a una nación. Cinco millones de parados, y creciendo, es el mérito de este trilero y trolero que aún ocupa el Ministerio de Interior y que quiere ser “Fredy” para los amigos, aburrido de ser Rubalcaba y menospreciando el ‘Pérez’ que tanto juego aporta. Quien ha contribuido a meternos en la recesión más cruda de Europa, nunca podrá sacarnos de ella y mucho menos generar confianza.
“Sabemos lo que tenemos que hacer para crear empleo”, ha dicho a los socialistas gallegos, como si la fórmula pudiera esperar; claro que si lo sabe, nadie entiende a qué espera para no hacer el ridículo ante Europa. Hace unos meses, Angelita Merckel convenció a los ocho grandes de que España no era fiable y desde entonces cada tumbo es más arriesgado. A partir de ahí, Alfredo Pérez puede decir lo que le plazca, incluso a sabiendas del daño que está haciendo.
Si Pérez conoce la fórmula debe actuar ya, antes de que se convierta en el hazmerreír de todos. “¿Y por qué no lo hace?”, le dicen desde la derecha ranchera. Pérez debería leer a Gassman para conocer el camino de la dignidad y de la obra bien hecha. Hasta ahora se ha pasado toda su trayectoria política haciendo teatro del malo –más o menos como el cine español subvencionado—y alguna vez habría que explicarle que el teatro no se hace para contar las cosas sino para cambiarlas.
Su última actitud teatral ha consistido en decir que ha trabajado junto al ‘Vendeburras’, Rodríguez Zapatero, pero “son distintos”. A esa nefasta obra teatral hay que añadir el falso guiño al 15-M –uno de sus grandes fracasos– por lo que representa de dejadez, cobardía y mala fe. Claro que, si a todo eso añadimos cuanto ha espetado sobre la culpabilidad de la banca y la posibilidad de una recuperación cercana, podríamos estar ante otro enfermo como el ‘Vendeburras’ de León o un iluminado dispuesto a fundir la esperanza de la recuperación tras el necesario cambio del socialismo por una opción con capacidad de gestión y acentuada credibilidad.
Mal futuro espera a España si Rubalcaba es todo lo que puede ofrecer el PSOE. Crucificó a varias generaciones con la aprobación de la LOGSE; hizo sufrir a muchas familias con sus GAL; removió los cimientos de la conciencia con los enterramientos en cal viva; se encamó con ETA, partiendo de la connivencia de Rodríguez Zapatero con la banda asesina; se escondió cobardemente tras el caso faisán y zancadilleó –con amenaza incluida– a Carmen Chacón para que no optara a candidata del PSOE, entre otras sucias astucias. ¡¡Caramba con el currículum!!
¿Y es ese el ejemplo que quiere presentarnos el PSOE como capaz de sacarnos del albañal económico? ¿A quién se le ha podido ocurrir semejante brutalidad? Decía Concepción Arenal que generalmente el culpable no es un hombre malo sino un mal calculador. Pues en este caso el hombre malo y el mal calculador convergen.
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