Por Ignacio F. Candela.- “Nadie ha de engañarse pensando que este gobierno pone máscaras a ETA cuando se las quitan. En realidad es ETA quien le quita la máscara al gobierno oscurantista de Zapatero para que apresuradamente se la vuelvan a colocar los socialistas, so pena de que se descubran las intenciones pactadas de las dos partes criminales.
ETA presiona a sabiendas de que lo que se pretende ocultar podría significar aclarar todo lo sucedido estos años y reclama el precio de esa complicidad mantenida este tiempo, incluso para facilitar que el peor presidente contra España llegara a gobernar. El sanguinario De Juana Chaos inauguró estas liberaciones previas para luego emprender la huída como Troitiño. Zapatero aporta la plataforma legal aunque sea temporalmente para que luego los etarras se escabullan para dar cumplimiento a lo acordado. Los mafiosos etarras no han de ocultar sus criminalidades para aparentar honradez, pero sí esta camarilla zapatera que sigue ocultando la naturaleza de las negociaciones y el fin último de estas complicidades evidentes.
Es obvio que la era zapatera está entre la espada y la pared- no sería nada extraño que sucediera otro de esos “golpes sorpresa” en los prolegómenos electorales-, siendo la pared esas circunstancias de un desgaste que puede apear al Psoe del poder , y la espada el acompañante en este viaje oscuro que es ETA, con intereses muy afines a quienes pueden conceder todo lo tratado en reuniones secretas. El problema es que la banda asesina es acreedora que no admite que el pagador se quede sin crédito. Por eso muestra intenciones de esas delaciones — a modo de vuelos rasantes para poner en evidencia a los cómplices gubernamentales– que podría suponer para zETAp el descubrimiento de toda la trama encubierta y que ya muchos millones de españoles sospechamos.
La prepotencia de ETA contrasta con la anuencia de zETAp para que, una vez más, el terrorismo forme parte de la instituciones alimentándose en la impune fortaleza que supone acceder a las arcas del Estado y que está firmada, muy seguramente, desde antes del 11-M. Las excarcelaciones apestan lo mismo que el Faisán y tantas concesiones que no tienen que ver con un intento de acabar con el terrorismo de ETA; por el contrario puede ser que ante los fallidos planes, la banda asesina se esté reprogramando para someter a los españoles con una ofensiva terrorista visceral.
La meta volante son las elecciones municipales para no acabar el viaje antes de tiempo, conscientes de las muchas dificultades que significa que los subterfugios hayan aflorado a la superficie. Por eso no son de extrañar las maniobras vergonzantes e injustificadas de manipulación. Ambas partes criminales se lo juegan todo en este último tramo y lo descarado es ya moneda de cambio corriente para culminar el pago de lo que está acordado pese a todas las dificultades añadidas con el paso del tiempo… ¿a qué extrañarnos de que Troitiño se haya fugado tras excusas judiciales que parecen ser cómplices amaños con ETA?”
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